dijous, 25 d’octubre del 2012

¿Crisis? ¿Qué crisis?

Esther Vivas
¿Crisis? ¿Qué crisis? O al menos eso debe preguntarse el Sr. Amancio Ortega, propietario de Inditex y de la firma Zara, que en los últimos tres años ha visto casi triplicar su patrimonio hasta convertirse en la 3a gran fortuna a nivel mundial. O bien la Sra. Alicia Koplowitz cuya SICAV Morinvest, la mayor del Estado español, ha aumentado su patrimonio en un 16%, del 2010 al 2011. O los directivos de Seat que se subieron el sueldo, el año pasado, un 60%.

Los ricos no están en crisis y no es previsible que lo estén. Así, al menos, lo asegura el Informe Riqueza Global 2012, que acaba de publicar Credit Suisse. En el Estado español, el número de millonarios crecerá en los próximos cinco años un 110%, doblando la cifra actual, y alcanzando las más de 600 mil fortunas. Unos pocos viven de rentas, mientras la mayoría de mortales estamos preocupados en cómo llegar a final de mes, pagar el alquiler o la hipoteca, encontrar empleo, costear los estudios…. Los de arriba nos pasan la factura de la crisis mientras siguen con sus negocios. ¿Cómo es posible?
Uno de los “truquillos” utilizados por quienes más tienen son las SICAV, Sociedades de Inversión de Capital Variable, donde dichos millonarios colocan su capital y sólo tributan un 1%, frente al 30% y al 25% de las grandes empresas y las pymes respectivamente. Un negocio redondo. De este modo, en los últimos dos años, el patrimonio de las cinco mayores SICAV ha crecido un 11%. Pero no se le ocurra a usted, “avaricioso” lector, una inversión de este tipo, para hacerlo necesita un patrimonio inicial de 2,4 millones de euros. Ni por asomo, a su alcance. Quienes más tienen, menos pagan, más ganan.
Puerto Banús (Marbella), la ciudad con más tiendas de lujo por metro cuadrado del mundo, y repleta de turistas ingleses y rusos ansiosos por comprar, tampoco está en crisis. El sector del lujo en el Estado español vio aumentar, en 2011, sus beneficios en un 25%. En el paseo de Gracia en Barcelona o en la calle Serrano en Madrid, Yves Saint Laurent, Prada, Dolce, Valentino, Louis Vuitton… se disputan el mejor espacio. El glamour no sabe de recesiones.
¿La crisis le provoca dificultades y angustias? Será porque se equivocó de oficio. Algunos se lo pasan en grande. Vea sino lo que decía un tal Alessio Rastani, agente de bolsa independiente en la City londinense, en septiembre del año pasado, en una entrevista a la BBC: “Soy un operador financiero, a mí no me preocupa la crisis. Si veo una oportunidad de ganar dinero, voy a por ella. A la mayoría de los especuladores no nos preocupa cómo arreglar esta situación. Nuestro trabajo es ganar dinero con esto (…). Tengo que confesar que me voy a la cama cada noche soñando con una nueva recesión. ¿Por qué? Hay mucha gente que no lo recuerda pero la depresión de los años 30 no fue solamente el crash de los mercados. Había gente preparada para ganar dinero con ese derrumbe”. Más claro imposible.
Mientras, la mayor parte de la población somos cada día más pobres. Salarios bajo mínimos (y aún gracias), paro en números rojos,  y precios en aumento. El poder adquisitivo ha caído en picado, situándose en cifras de 1985. Con estos datos, no es de extrañar que hoy uno de cada cinco hogares se encuentre en “situación de riesgo”.
La desigualdad social hace estragos. “Ricos más ricos y pobres más pobres” ha dejado de ser una consigna para convertirse en una cruda realidad. El Estado español encabeza el ranking de la desigualdad en la Unión Europea, con el mayor diferencial entre las rentas altas y las rentas bajas. Nos han recortado, desahuciado, estafado, despedido y, en definitiva, robado. Y aún tenemos que leer titulares que dicen “Los millonarios españoles engrosan sus fortunas durante la crisis”. Por favor, esto no es una crisis es una estafa.

dilluns, 22 d’octubre del 2012

Por qué España no es Alemania

Entre las numerosas razones que explican nuestra pavorosa situación social, económica y política, hay una que sobresale sobre las demás: la falta de responsabilidad. La culpa, tan católica ella, aquí se perdona con facilidad o simplemente se olvida. Ni siquiera se reclama. En Alemania, ser sospechoso de plagiar una tesis doctoral es motivo suficiente como para dimitir. En España, estar imputado por robar fondos a enfermos de SIDA y niños violados no es lo bastante gravecomo para entregar el acta de diputado.

Por seguir con la comparación, ¿se imaginan que pasaría en Alemania si se descubriese que la actual responsable de elaborar los Presupuestos Generales del Estado falseó las cuentas públicas en su anterior trabajo, en un land alemán? Pues eso mismo ha pasado en España con Marta Fernández Currás, la secretaria de Estado de Presupuestos. Ahora trabaja con Cristóbal Montoro, antes lo hizo como consejera de Hacienda de  Alberto Núñez Feijóo. Y allí, en Galicia, desplazó de forma irregular 411 millones de euros en facturas para que su señorito pudiese presumir en 2010 de cumplir con el déficit cuando no era verdad. Así lo ha dejado en evidencia un informe oficial del Consello de Contas sin que Fernández Currás ni mucho menos Feijóo hayan asumido alguna responsabilidad.
Pero lo peor no es que nadie dimita, sino que nadie lo exija. No creo que la diferencia entre Alemania y España esté en la ausencia de una moral individual, sino en la falta de una presión social que evite la impunidad. Siguiendo con Galicia, el mismo informe del Consello de Contas ha desvelado cómo se repartió ese año el dinero público entre la prensa gallega. Fueron 15 millones de euros y solo una pequeña fracción se entregó de forma transparente. La mayor parte de ese dinero se adjudicó según criterios que inducen a pensar mal (para acertar).
¿Puede una prensa subvencionada servir de contrapoder? No sé en Alemania. En España, seguro que no.

divendres, 19 d’octubre del 2012

Conspiración para hacernos gilipollas

Raúl Solís
El debate político gira en torno al déficit, a la deuda, a las livianas condiciones de un futuro rescate que negocia en secreto el Gobierno español. Nos han convencido de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y, como correctivo, están devaluándonos el bienestar para que seamos competitivos con la desigualdad de las economías emergentes de Brasil, China, India o Rusia.

Para salir de la crisis, es imprescindible que funcione la lobotomía a la que  los poderes económicos y mediáticos nos están sometiendo. Nos han convencido de que las deudas de las comunidades autónomas hacen insostenible el modelo autonómico.  El lavado de cerebro es el causante de que no haya ilustre intelectual español que no considere que de la crisis únicamente saldremos con menos políticos, menos funcionarios, menos coches oficiales, sueldos más bajos y una red de servicios de públicos devaluada.
Es tal el grado de inteligencia con el que se ha tramado una conspiración para hacernos gilipollas que existen partidos políticos que han hecho de las mentiras, expandidas por la conspiración, su modelo productivo alternativo para explicar la crisis y sacarnos de ella. No hay día en el que no circule por las redes sociales un vídeo o un artículo que diga algo así como “Fulanito se vuelve loco en el Congreso y dice verdades como puños”, “El artículo que los políticos no quieren que leas” o “De la crisis sólo saldremos sin políticos”, etc.
El objetivo de esta conspiración tan bien planificada para convertirnos en gilipollas es que no sepamos que la crisis se llama capitalismo financiero, y que no ha sido causada por los coches oficiales, la sanidad o educación públicas, las comunidades autónomas, el déficit, la deuda pública o los sueldos de los políticos.
Los conspiradores contra la inteligencia colectiva de la ciudadanía han conseguido que no sepamos que en 2007, antes de empezar la crisis, la deuda pública española era del 36 por ciento sobre el PIB y que las cuentas públicas gozaban de un superávit del 1,9 por ciento.  Los conspiradores tampoco quieren que sepamos que, en 2011, la deuda pública española era menor que las deudas públicas de Alemania, Reino Unido o Francia o que la deuda pública de las comunidades autónomas es sólo del 13 por ciento del PIB español frente al 70 por ciento de la deuda del Estado central.
A los urdidores de la conspiración, no les tiene cuenta que centremos el debate en el descenso de estudiantes universitarios, por no haber podido hacer frente a una subida desalmada y darwinista de las tasas universitarias. Tampoco están dispuestos a que hablemos de los cerca de dos millones de niños españoles que viven en niveles de pobreza por encima de lo social y políticamente permitido.
Quienes administran los hilos de la información y el poder económico no quieren que la ciudadanía sepa que cada españolito de a pie ha donado solidariamente algo más de 3.500 euros para salvar entidades financieras que están convirtiendo su deuda privada en una deuda pública que pagaremos con derechos sociales, dignidad, sufrimiento social, desahucios o paro famélico. Ni más ni menos que están consiguiendo el objetivo de la conspiración: hacernos gilipollas competitivos con economías emergentes donde la desigualdad social cotice al alza en Wall Street.
La trama conspirativa silencia que  el dinero utilizado para rescatar entidades bancarias  es el doble de lo que el Estado gasta en un año en prestaciones por desempleo y que con ese dinero, en forma de “cómodas líneas de crédito”, se podrían construir 40.000 escuelas para explicar quiénes están siendo los grandes beneficiados de esta conspiración que pretende convertirnos en gilipollas irrescatables.
Mientras nos convierten en gilipollas, a golpe de titular interesado, 500 familias son desahuciadas diariamente, el 17 por ciento de españoles necesita asistencia social o las entidades que parieron la crisis económica –como Goldman Sachs o Citigroup- anuncian jugosas ganancias obtenidas en el último trimestre.
La hollywoodiense conspiración para hacernos gilipollas está tan bien guionizada que, quienes están a punto de regalar la soberanía popular del pueblo español, a través de una generosa “línea de crédito preventiva”, aparecen en los medios de comunicación como los garantes y defensores de la indisoluble unidad española.

dijous, 18 d’octubre del 2012

Grandes bancos están tras el aumento de precios de los alimentos

La alarma se encendió en julio cuando el precio mundial de los alimentos registró un abrupto incremento del 10% luego de tres meses de relativa calma. Las cosas no han mejorado. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en septiembre volvieron a subir, esta vez, un 1,4%.


Se estima que los alimentos constituyen entre un 10% y un 15% del gasto promedio de un hogar en un país desarrollado. En los sectores pobres de una nación en desarrollo, la proporción se dispara: se llevan entre el 50% y 90% de sus ingresos.
La contracara es el hambre. Este jueves, el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias publicó su nuevo Índice Global del Hambre. En todo el mundo lo encabeza Burundi y en América Latina y el Caribe, Haití.
¿A qué se debe el aumento de la comida en medio de los nubarrones de la economía global? Las causas son complejas y variadas, pero el diagnóstico de la FAO en julio contenía un dato clave: no había problemas a nivel de oferta y demanda.
En otras palabras, ni los factores climáticos que pueden afectar la oferta (sequías, por ejemplo), ni un súbito aumento de la demanda (como en los últimos años con China e India) explican esta disparada de los precios.
El dedo acusador apunta a los especuladores. Según algunas estimaciones, la inversión financiera-especulativa controla hoy más del 60% de los mercados de alimentos, comparado con un 12% del mercado en 1996.
En un intento de contrarrestar este fenómeno, la comisión del Parlamento Europeo sobre asuntos económicos y monetarios votó a fines de septiembre a favor de una regulación del mercado financiero de derivados de energía y alimentos.
El proyecto, que debe ser analizado en una reunión de la Comisión Europea en noviembre, ya existe en Estados Unidos, pero es calificado como insuficiente por organizaciones humanitarias como el World Development Movement (WDM).
“Es necesario limitar la cantidad del mercado a la que puedan tener acceso los especuladores. El proyecto avanza en esta dirección, pero puede ser aguado por la oposición de países con fuerte presencia del sector financiero como el Reino Unido que prefieren seguir con la autoregulación del mercado”, le dijo a BBC Mundo Christine Haigh, del WDM.

El camino de los mercaderes

La especulación es tan vieja como la economía: los casos documentados se remontan a Tales de Mileto y la antigua Grecia.
Pero los mercados modernos han colocado a esta actividad marginal en el centro mismo del escenario.
Un ejemplo clásico fue el cacao en 2010. El 17 de julio de ese año un fondo financiero de alto riesgo, Armajaro, compró más de 240.000 toneladas de cacao (un 7% de la producción global anual), lo que disparó el precio a su nivel más alto desde 1997.
Un solo día de adquisición masiva a cargo de un poderoso actor financiero bastó para hacer saltar el precio de un producto.
El eje de estos movimientos especulativos es el mercado de futuros. Este mercado se originó en Estados Unidos en el siglo XIX para ayudar a los granjeros a neutralizar las fluctuaciones en el precio de las cosechas.
Un contrato a futuro le permite al granjero vender en una fecha futura a un precio determinado una cantidad X de su cosecha. El granjero obtiene seguridad y el comprador posibles ganancias en caso de que el precio suba por encima de lo pagado.
Con la desregulación del mercado financiero de los años 80 y 90 se crearon unos contratos de alta complejidad, denominados “derivados”, que abrieron el juego a una especulación ilimitada.
Como los “futuros” son contratos que se pueden adquirir o vender sin necesidad de poseer el producto, su venta adquirió una dinámica propia, acelerada por las operaciones supersónicas de las computadoras.
La invitación a especular es irresistible. Si el precio de una tonelada de maíz es de 100 dólares hoy, pero el doble en un contrato a futuro de tres meses, la tentación de postergar la venta y esperar al mejor rendimiento, termina afectando la oferta presente (los granjeros se abstienen de vender ahora) y el precio del producto.
Según el WMD, en el corazón de la especulación se encuentran grandes nombres de la banca como Goldman Sachs, Morgan Stanley, Barclays, Citibank, Deutsche Bank, HSBC y JP Morgan.
Este poder de fuego de los grandes fondos financieros se ha exacerbado con la crisis económica mundial.
“Los gobiernos han emitido dinero para estimular la economía. El sector financiero ha aprovechado este aumento de la oferta monetaria no para prestar más al sector productivo sino para aumentar sus operaciones especulativas”, afirma Haig.

Hambrunas y disturbios

Una vara para medir el impacto que puede tener un aumento sostenido del precio como el que se viene registrando desde julio son los disturbios de 2007-2008.
El salto incontrolable de los precios en esos meses previos al estallido financiero produjo violentas protestas en 31 países –de Perú a Bangladesh– con un saldo de decenas de muertos y centenares de heridos.
En el terreno mismo, el WDM vio de primera mano el impacto que los precios tenían en familias que se veían obligadas a tener una sola comida al día y a reducir drásticamente la variedad de su dieta.
“Cuando una sociedad no satisface necesidades básicas del ser humano, cuando vemos malnutrición y el fantasma de la hambruna, es casi inevitable que se produzcan manifestaciones y disturbios”, le dijo Haig a BBC Mundo.
En los últimos seis meses de 2010, en el marco de un segundo salto de los precios de los alimentos, unas 44 millones de personas cayeron en la pobreza extrema.
El problema se agrava en el contexto de una economía mundial que todavía no ha salido de la hecatombe financiera de 2008.
La desaceleración global –el Fondo Monetario Internacional acaba de bajar nuevamente su estimación del crecimiento global de 2012– pone en peligro el nivel de empleo en un mundo que tiene más de 1.300 millones de personas que viven con ingreso de 1,25 dólares por día.
Sumarle a este crecimiento anémico, una inflación de productos no sustituíbles como los alimentos, parece una fórmula para el desastre.

dimecres, 17 d’octubre del 2012

Una crisis sin precedentes

Pablo Pardo
Ya es oficial. La crisis de España no tiene precedentes. Con esa idea se acaba este domingo la Asamblea anual del Fondo Monetario Internacional. José Viñals, ex subgobernador del Banco de España y actual director del Departamento de Asuntos Monetarios y Financieros del Fondo, dijo el miércoles que la salida de capitales de los países de la periferia de la eurozona hacia el centro es "muy extraordinaria en una unión monetaria" ("quite extraordinary").

El país que encabeza esa salida de capitales es España. Los inversores extranjeros han retirado dinero equivalente al 27% del PIB de España entre junio de 2011 y junio de 2012. La mayor parte de esa huída de capital se produjo entre enero y junio, y no hay signos de que se haya parado.
En un país que tuviera su propia moneda, eso implicaría que la divisa se habría despeñado. Un ejemplo: en 1997 Indonesia tuvo salidas de capital algo inferiores a las que España está teniendo; en 1998, iguales. En los seis primeros meses, la rupia indonesia pasó de 2.436 unidades por dólar a 14.800. La inflación rozó el 80%. El PIB cayó un 13,5%.
El sistema bancario quebró, el país vivió una revolución y una oleada de violencia étnica contra la comunidad de origen chino. Fue rescatado por el FMI con 43.000 millones de dólares (que hoy, descontada la inflación serían casi 48.000 millones de euros). Eso, en relación al tamaño de la economía de Indonesia, sería como si España recibiera 430.000 millones de euros, que muchos creen que es lo que en realidad necesitamos (más 100.000 para los bancos).
Pero España no tiene moneda y no puede devaluar. En el último año nuestra divisa, el euro, ha caído un 7%. Pero con la mayor parte de los países europeos, que son nuestros socios, vale lo mismo. La opción sería que los españoles perdiéramos un 30% de nuestro poder adquisitivo. O sea, volver a la posguerra.
Nuestra situación es peor que la de Grecia, porque, aunque nuestro sistema político es más eficaz (lo que tampoco es un piropo en sí mismo), nuestros problemas son mayores. El ajuste no solo no ha reducido el gasto público: lo ha aumentado drásticamente, del 3,6% del PIB al 4,5% en apenas seis meses. Es decir: excluido el pago de intereses de la deuda, el agujero de nuestro Gobierno es ahora unos 10.000 millones de euros mayor en relación al inicio del año. ¿Cómo es posible? Porque los recortes del gasto y las subidas de impuestos hacen que la actividad económica caiga más de lo previsto y sepultan la recaudación fiscal.
Pero el déficit público es el síntoma, no la raíz del problema. España, como ha dejado claro el FMI, no tiene un problema de gasto público. Tiene un problema de sistema financiero. Nuestros bancos están en quiebra. BBVA y Santander pueden seguir financiándose fuera, porque su estructura legal permite a sus filiales operar de forma independiente. Pero los demás, no. Y, después de la decisión de Standard and Poor’s de bajarnos el rating, dos de las principales agencias de calificación de riesgos nos han puesto al borde de la calificación de bono-basura. Una de ellas, Moody’s, amenaza desde setiembre con darnos nota de bono-basura.

El futuro

Si dos agencias nos declaran bono-basura, la situación sería dramática. Por un lado, nadie compraría nuestra deuda pública. Pero también afectaría a las empresas, porque las agencias de calificación de riesgos siempre mantienen una correlación entre el rating de la deuda pública y la privada.
El mercado europeo de bonos que no tienen el rango de inversión (que es lo que es un bono-basura) ronda los 250.000 millones de euros. La llegada de la deuda española lo inundaría. Solo si Telefónica e Iberdrola se vieran abogadas a entrar en ese mercado, su volumen crecería en 80.000 millones, según Financial Times. Esas empresas, al contrario que los bancos, no tienen una estructura societaria que les permita a sus filiales en el extranjero captar capitales.
Los bonos-basura (aunque la traducción literal del término junk bond es más bien 'bono-trasto') presentan muchos problemas para los inversores. Una gestora de fondos suele necesitar un mandato específico de sus inversores para comprar esos activos. Y exigen una rentabilidad mucho mayor por comprarla, del 10% o más.
Ése es el gran problema de España. El Fondo Monetario Internacional —que, al contrario de lo que muchos piensan, está defendiéndonos desde el inicio de esta crisis contra Alemania y otros presuntos aliados como Finlandia y Holanda— ha sido muy claro.
Así pues, estamos en quiebra. Están en quiebra los ayuntamientos, las comunidades autónomas, las familias y gran parte del sistema financiero. Si se comparan las cifras de deuda del Fondo en abril con las de ahora, se ve que esos pasivos apenas han sido recortados. El único que no está en quiebra es el Gobierno central. Pero él será quien acabe pagando la factura de los demás. Y eso también le llevará a la quiebra.

dimarts, 16 d’octubre del 2012

Un dato espeluznante y no es la prima de riesgo


Todos sabemos por donde se mueve la prima de riesgo en estos momentos.  426, 432 y ¿has visto? ¡El FMI dice que puede llegar a 750! Dios santo. Pero el coeficiente de Gini, pues, ni sabemos qué es. Bueno, yo sí pero a mi me pagan por mirar esas cosas. La selección de la prima de riesgo por encima del coeficiente de Gini  en el ranking de indicadores económicos populares es otro ejemplo de cómo nos acaban vendiendo cosas que les importan a ellos mientras las cosas que deberían importarnos a nosotros permanecen bajo dos dedos de polvo en el almacén. Porque el coeficiente de Gini mide el nivel de desigualdad en la sociedad,  la diferencia entre las rentas de los más ricos y los mas pobres-. La semana pasada eché un vistazo a los últimos datos sobre el coeficiente en la base de datos de Eurostat, mientras hacia un articulo para La Vanguardia sobre el libro The spirit level de Richard Wilkinson y Kate Pickett, . Y al ver la evolución del indicador en España en los útlimos cinco o seis años, en comparación con los demás países europeos,  me quedé de piedra.  .Según Eurostat, el coeficiente de Gini ha subido 2,7 puntos eneros desde el 2008 desde 31.3 a 34 mucho más que ningún otro país europeo. Ni Grecia, ni Portugal registran subidas del coeficiente de Gini comparables con España. Eso sí, Irlanda -otra sociedad  sometida a los ajustes duras – le pisa los talones.

Me extraña que no haya tertulias de periodistas debatiendo sobre esta subida del coeficiente de Gini en un ambiente crispado en algún estudio de Television Española u Onda cero.. Porque , normalmente el coeficiente Gini sube o baja de forma paulatina en incrementos de décimas de punto a lo largo de décadas. No suele subir puntos enteros en un año o dos. Pero  en España en estos  momentos  coinciden  salarios en descenso para la mayoría, paro masivo y recortes sociales, con beneficios empresariales que han aumentado 23.000 millones de euros en el último año hasta casi medio billón de euros, y fortunas españolas en los primeros puestos del ranking Forbes. Esto parece haber provocado un aumento explosivo del coeficiente de Gini aunque quizas el lector tiene otra explicación. Culalquiera que sea el motivo, es muy preocupante y especialmente llamativo porque España había estrechado la diferencia entre ricos y el resto durante las dos décadas anteriores . Hasta fue elogiada por la OCDE en su informe Growing Unequal (Creciendo desigualmente, 2008) como “uno de  los pocos países junto con Grecia y Francia que han ido en contra de la corriente  de creciente desigualdad”.
Es un tema importante porque, a partir de la experiencia del Reino Unido, y Estados Unidos y otros países extremadamente desiguales se sabe que la polarización de las rentas es la raíz de una amplia gama de problemas sociales y sicológicos, desde la obesidad a la delincuencia violenta; las enfermedades mentales a la esperanza de vida; la tasa de homicidios a la mortandad infantil; la adicción al juego  a la adicción a drogas y población en la cárcel; desde los niveles de la confianza en la sociedad a la movilidad social. No es la renta per capita, ni tan siquiera la pobreza lo que ocasionan estas patologias, segun Wilkinson, sino la polarización de las rentas y la desigualdad . En el numero 7 de estos diapositivos de Wilkinson, se ve la relación entre un indice compuesto de indicadores de diversas patologías sociales y problemas de salud y la desigualdad. España no esta mal colocado . Pero esos son datos de mediados de la decada pasada..
He aqui la entrevista  que le hice a Wilkinson , epidemiólogo de la Universidad de York, en Manchester a primeros de mes durante la conferencia del Partido Laborista:
¿Le preocuparía esta subida del coeficiente de Gini en España?
En un cambio de un año a otro puede haber error de medición pero si es una  tendencia constante a lo largo de un perido de varios años , es para preocuparte. Como el Reino  Unido en los años ochenta. No hay duda de que nos ha convertido en una sociedad mas anti social
¿Cuesta creer que la desigualdad puede ser responsable de tantos males sociales?
Si mira los gráficos que elaboramos para el libro a partir de datos de la OCDE y otras organizaciones, verá que en casi todos los indicadores de patología social son más altos en países como EE.UU. o el Reino Unido  que registran niveles  extremos de desigualdad. Eso no es casualidad. Nos han criticado por hacer una teoría que lo explica todo. Pero no es eso. Lo que ocurre es que explica problemas que son más corrientes en la parte baja de la sociedad. Son problemas relacionados  con el status social y  se agravan cuando las diferencias de status son mayores. Es bastante sencillo.
¿Cuál es el mecanismo?
La desigualdad agrava lo que los sicólogos califican como la social evaluation threat -la amenaza de auto estima social-; es decir que la sensación  de que algunos valen mucho y otros no valen nada. Y a todos nos preocupa estar despreciado. En el Reino Unido en los ochenta hubo un cambio en las relaciones sociales. Pasamos   desde una sociedad con  cooperación y reciprocidad a una sociedad del sálvese quien pueda. Hay más ansiedad social, fobias , timidez en sociedades desiguales. Al mismo tiempo, existe un aumento de narcisismo. Esto se vio en EE.UU.  partir de los años ochenta cuando la desigualdad empezó a despegar.
¿Y en la salud física?
El gran cambio en nuestros conocimientos de lo que condiciona la salud es el reconocimiento de la importancia del estrés crónico para las enfermedades. Y las fuentes principales del estrés crónico tienen que ver con las relaciones sociales. La competencia del estatus y la inseguridad del estatus son condiciones muy estresantes. Y hay motivos para pensar que esto está relacionado con la desigualdad. 
¿Si fuera asesor de un gobierno  le diría que debería utilizar el indicador de desigualdad para diseñar sus políticas?
Sí. Es la política más importante. Puede tardar tiempo en efectuar  un cambio. Sabemos que se tardan cinco años a más entre un aumento de  la desigualdad y la aparición de los problemas sociales y de salud. De modo que tardaría también al reves. Pero reducir la desigualdad debería ser la prioridad de cualquier gobierno .
¿Los laboristas redujeron la desigualdad cuando gobernaron?
Los laboristas frenaron el ensanchamiento de los diferenciales  pero no hicieron lo suficiente para reducir la desigualdad de los años Thatcher. Hicieron hincapié en  la pobreza infantil pero no hicieron nada para bajar rentas en al parte de arriba. No entendieron que el problema no es necesariamente la pobreza sino la desigualdad. 
¿Pero se puede resolver estos problemas bajando las rentas de los ricos sin subir las de los pobres?  
Sí. En algunos estudios en EE.UU. se ha ponderado los datos para eliminar la incidencia de la pobreza. Y se demuestra que existe un efecto negativo sobre la sociedad que es exclusivamente atribuible a la desigualdad..
¿Hay alguna relación entre el hecho de ser un país pequeño, como los escandinavos y la igualdad?. 
La gente lo dice. Pero no es así. Singapur y Portugal son muy desiguales. Pero Japón es una sociedad muy equitativa. Las dimensiones de la población no es relevante para la desigualdad..
¿Qué se debe hacer para bajar la desigualdad?
Hay muchas formas de reducir los diferenciales  de renta. Los impuestos son uno pero solo uno. Japón y Suecia son los dos países mas iguales . Pero son muy diferentes. En Suecia se debe a impuestos muy elevados sobre las rentas altas. En Japón es una cosa más cultural que data desde la postguerra.
¿Existe una clase de austeridad que permite combatir  la desigualdad?
Pues, la justicia económica es importante. Afecta el comportamiento social . Mire en el Reino Unido en la Segunda Guerra Mundial hubo una austeridad salvaje  .Pero se registró una fuerte reducción de la desigualdad. Y la salud -medida por esperanza de vida-  mejoró dos veces mas en esos años que en cualquier otro momento de la historia.

dijous, 11 d’octubre del 2012

Manifestació unitaria 17-O

COORDINADORA SINDICAL DE SERVEIS PÚBLICS MUNICIPALS DE BARCELONA

MANIFESTACIÓ UNITARIA

1ª MANIFESTACIÓ CONJUNTA
 D'EMPRESES I SERVEIS MUNICIPALS
 DE BARCELONA

Participa d'un fet històric
dels serveis municipals de Barcelona

17 D'OCTUBRE 

PLAÇA SANT JAUME 18:00 H

La verdadera crisis empieza ahora



¿Cuál es la diferencia entre España y Portugal?: un año.  Basta mirar al país vecino para adivinar el futuro que nos espera: más recortes, más paro, más dolor y más recesión. "La verdadera crisis empieza ahora", me cuenta una directiva de una de las principales empresas del Ibex 35, que teme que este lustro de crisis que ya llevamos haya sido solo el aperitivo, que cree que es a partir de ahora cuando vamos a pasarlo realmente mal. Tiene bastante razón. Así lo han confirmado las nuevas previsiones del FMI, unos datos que dejan cinco pistas de lo que está por llegar.
1. Los Presupuestos son papel mojado. El FMI cree que la recesión del año próximo será casi tres veces mayor de lo que calcula el Gobierno: una caída del PIB del 1,3%, en vez del 0,5% que aparece en los Presupuestos Generales del Estado. Incluso si el Gobierno acertase y la recesión solo fuese del 0,5%, los ingresos previstos en las cuentas públicas para 2013 son extremadamente voluntaristas. Si además la recesión se agrava, como dice el FMI, esos ingresos dejan de ser optimistas para convertirse en un cuento de la lechera imposible de cumplir.
2. Los recortes van a ir a peorSi se hunden los ingresos, el presidente Rajoy hará honor a su propia definición. "Voy a ser un presidente previsible", nos contó, y previsiblemente pondrá de nuevo el cumplimiento del imposible déficit pactado con Europa por delante de todo lo demás. ¿Despedir a la mitad de los trabajadores interinos de la Administración? ¿Rebajar las pensiones? ¿Aumentar otra vez el IVA, o el IRPF, o un nuevo impuesto en la gasolina, o rebajar todos los salarios del país, incluso los privados? Todas estas medidas, hasta ahora inimaginables, ya están en marcha o en estudio en los demás países rescatados y en España pronto llegarán. Al igual que el primer Presupuesto del Gobierno Rajoy fue enmendado varias veces con nuevos recortes, el segundo será también podado sin piedad, en cuanto los gallegos y los vascos hayan terminado de votar.
3. Un nuevo rescate, de una forma u otra, llegará. Más allá del eufemismo con el que disfracen la realidad, el segundo rescate está al caer. El Gobierno recurrirá a una ayuda exterior que estará condicionada con una política interior: dinero a cambio de sacrificios. A eso juega Mariano Rajoy y eso pide también abiertamente la mayor parte de la comunidad internacional.
4. Alemania está por el rescate. Las objeciones que ahora pone el Gobierno alemán al rescate español responden a dos cosas: a una estrategia de negociación para endurecer las condiciones para España y a la necesidad de Angela Merkel de evitar pasar por el Parlamento alemán otro enorme rescate total. La coalición de la canciller alemana no está para muchas más tensiones: por eso es probable que Europa encuentre cualquier otra fórmula que haga más sencilla la digestión. Es una solución que también le gusta a Rajoy, tan interesado como Merkel –por otros motivos– en que no lo llamen rescate para evitar el oprobio personal de ser el presidente del Gobierno que firmó el gran fracaso nacional.
5. Y el FMI, también. El consejero financiero del FMI, el español José Viñals, lo ha dejado claro esta mañana en la SER: el fondo valoraría "positivamente" que España pida el rescate. Tampoco hacía falta. Con sus pronósticos, el FMI no le ha dejado al Gobierno otra opción. Cabe preguntarse si tanto negro pronóstico no es una profecía interesada: si el FMI no ha exagerado ese apocalipsis que dibuja para España precisamente para forzar un rescate que sin duda interesa a nuestros acreedores, pero que está por demostrar que sea bueno para el país.

dimarts, 9 d’octubre del 2012

El puro del Presidente: sobre la delirante mediocridad que nos malgobierna

Javier Parra


Un líder ambicioso, mediocre y con delirios de grandeza suele rodearse de otros hombres y mujeres aún más mediocres que él, con el objetivo de que ninguno le dispute el liderazgo de la mediocridad pero a los que pueda seguir manejando para cumplir sus delirios.

27 de Junio de 2002. El entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, se fumaba un puro con los pies encima de la mesa en la Casa Blanca para el mundo se deslumbrase ante el poderío de su figura de gran estadista que predicaba la muerte y la destrucción de Iraq para salvar al planeta de unas inexistentes armas de destrucción masiva.

El ridículo y la mediocridad de aquellos días del ex-presidente sólo era comparable en magnitud al dolor que millones de iraquies empezarían a sufrir en forma de muerte y destrucción pocos meses después cuando las bombas empezaron a caer sobre Bagdad mientras el mundo gritaba “¡NO A LA GUERRA!”.

Aquel pequeño y mediocre hombrecillo que llegó a hablar con acento tejano dejaría de ser Presidente dos años después, pero en sus planes nunca estaría el abandonar sus delirios. Unos delirios por supuesto al servicio del poder económico y financiero encaminados a convertir España en una mera colonia o en una burda imitación del sistema político y económico estadounidense. Para ello empezó a rodearse de personajes más mediocres y sobretodo más manejables. Al político más incapaz que conoce la historia de España lo situó como eterno candidato a la presidencia del Gobierno, a su mediocre esposa la colocó a tiro de piedra de la alcaldía de Madrid, y a otros de sus incapaces hombres y mujeres los preparó para que algún día accedieran al Consejo de Ministros. Solo había que esperar el momento mientras disparaba cañonazos de propaganda ultraneoliberal desde su fundación FAES y desde los libelos escritos y audiovisuales que estuvieran dentro de su área de influencia.

Una vez en el Gobierno, sus mediocres súbditos – junto a otros individuos que debían proteger sus negocios – tomaron las riendas de España y empezaron a actuar con unas directrices claras: desmontar el Estado, reducirlo a un mejor sistema de represión, liberalizar todo lo liberalizable, reducir la protección social por debajo del mínimo, y empezar a desarticular la sanidad y la educación públicas, para lo cual empezó a hacerse uso de la más brutal represión y de todo el aparato de propaganda público y privado que desarticulara las resistencias del camino.

Todo ello, y al igual que en aquellos días de 2003 en los que el mediocre hombrecillo decía “creedme, hay armas de destrucción masiva”, a espaldas del pueblo y con las calles impregnadas en gasolina.

Nos gobiernan inútiles, malintencionados y sordos, manejados por otros menos mediocres o más poderosos, pero todos ellos desconocedores de una realidad social que sin duda les estallará en la cara.

Hoy, como ayer, un presidente mediocre gobierna contra su pueblo. Hoy como ayer, entre delirios de grandeza el presidente del Gobierno español tira el humo de su puro al aire de Nueva York (ayer de Washington). Hoy, como ayer, ya arden las calles.

dilluns, 8 d’octubre del 2012

Como arruinar un país socializando las pérdidas de la banca



Con el cuestionable informe de Oliver Wyman encima de la mesa y echando un poco la vista atrás vamos a tratar de recordar cuánto nos está costando a los españoles salvar a nuestro sistema financiero. Y es que resulta paradójico, rozando lo surrealista, que el Gobierno nos pida un sacrificio y se haga con nuestro dinero coercitivamente a través de más impuestos mientras somos testigos de como se hunde el Estado del Bienestar, a la vez que se destina más y más dinero público a salvar el sistema financiero español.
El hecho de que nos recorten en sanidad, educación o en prestaciones sociales a la vez que se transfiere dinero sin ningún tipo de pudor a los pasivos de las entidades bancarias en apuros por su desastrosa gestión indigna a cualquiera. No me extrañó en absoluto el 15-S como tampoco lo ha hecho el reciente 25-S, ni lo harán las revueltas sociales que vendrán en adelante. Tengo la convicción de que el pueblo español es bastante orgulloso y nuestro Gobierno no hace sino tocar dicho orgullo mediante decisiones económicas poco éticas.

El viernes pasado, el Gobierno avisó que habrá que pedir a Europa 40.000 millones de euros para rescatar a la banca, la mayor parte de ello destinado a tapar el agujero de Bankia. A esto hay que sumarle los 16.660 millones que Montoro reconoció que el Gobierno había utilizado para socializar pérdidas de entidades. Y lo peor de todo es que a pesar de que disponemos de estas cifras, es absolutamente imposible prever cuál será el tamaño real del agujero del sistema financiero español, por muchos informes de Oliver Wyman o Deloitte que se pongan encima de la mesa.
Lo único que sabemos hasta ahora es que el Gobierno “invirtió” a fondo perdido 5.250 millones en laCAM, 400 millones en Cajasur, unos 2.000 millones en Unnim y en Banca Cívica, 1.375 millones en Caja España y 1.000 millones en el Banco de Valencia, y la fiesta no ha hecho más que empezar. A esto hay que sumar los 11.000 millones que entre 2010 y 2011 el FROB perdió con Bankia, Novagalicia Banco y CatalunyaCaixa.
¿Y qué viene a partir de ahora? Siendo optimistas y creyéndonos de forma literal todo lo que dice el informe de Oliver Wyman resulta que Bankia, CatalunyaCaixa, Novagalicia y Banco de Valencia necesitan 46.206 millones de euros. ¿Recuperaremos algún día este dinero? Dudo que por mucho que se troceen estas entidades esto llegue a pasar. Estamos condenando a las finanzas públicas a una situación insostenible. La factura tendrán que pagarla nuestros hijos.

divendres, 5 d’octubre del 2012

13 d’octubre: Manifestació global “No devem, no paguem”

Sota el lema “No devem, no paguem”, la ciutat de Barcelona se sumarà el dissabte 13 d’octubre a una mobilització global contra l’ús del deute com a mecanisme d’extorsió i sotmetiment dels pobles.

Moviments com ‘Occupy’ dels Estats Units, ‘YoSoy132′ de Mèxic, el moviment estudiantil al Canadà o el 15M d’Espanya ja s’han sumat a aquest dia d’acció global per fer sentir el malestar social derivat de les polítiques neoliberals.

En més de 20 països de tot el món es duran a terme marxes reivindicatives.

A Barcelona, assemblees d’indignats i col.lectius socials han fixat el punt d’inici de la manifestació a les 18h a Plaça Catalunya.

Abans de la manifestació central, però, les assemblees del 15M del nord-est de la ciutat sortiran des de Sant Adrià del Besòs i s’uniran amb d’altres assemblees durant el recorregut cap al centre.

“Un deute que ha estat generat per la banca i les empreses privades no ha de ser pagat pel poble. És un deute il·legítim. El deute és un mecanisme d’extorsió i sotmetiment per acabar amb la sobirania dels estats i fer-los esclaus financers”, es denuncia al manifest del 13-O.

L’escrit acaba fent una crida a l’acció: “No volem que ens hipotequin el nostre futur, per això fem una crida a una manifestació global el 13 d’octubre a les 18h a Plaça Catalunya”.

La manifestació forma part d’un seguit d’actes que tindran lloc del 7 al 15 d’octubre, en el marc de la Setmana d’Acció Global Contra el Deute.
Més informació a:
@AuditCiudadana @AuditoriaBcn

dijous, 4 d’octubre del 2012

Reflexiones encadenadas contra el desánimo

Carlos Carnicero

Vivimos en un mundo de imágenes y síntesis. Las reflexiones sosegadas sufren tsunamis de actualidad. Se ha enmadejado tanto el ovillo de la crisis que hemos perdido el punto de partida. Pero no podemos caer ni en la depresión ni en el nihilismo. La evidencia es tan potente que impide ver la realidad. Tenemos que superponernos aunque sea con reiteración ordenada.


La ventaja de la inmediatez es que todo se sabe, todo se ve. No nos pueden contar cuentos. Pero organizar la indignación, reflexionar sobre lo que ocurre y crear vectores de actuación eficaz, es una tarea casi imposible. Perseveraremos.
Si vemos vídeos de la brutalidad policial, la respuesta es felicitar a los agentes convirtiendo su crueldad en excelencia. ¡Y no pasa nada¡ Rubalcaba calcula la rentabilidad partidista de cada gesto; nunca se tira a la piscina porque quiere asegurarse de que hay agua. El PP dice en silencio, para que no se oiga, “!que se jodan¡”. Y quienes tienen coraje personal vuelven a Neptuno, un campo minado de infiltrados policiales, tan burdos que no pasarían el casting para una película de bajo presupuesto.
Primera obligación intelectual: repetir la realidad para que la propaganda no desvirtúe los origenes de la crisis, sus responsables y su concordancia con quienes siguen teniendo la decisión sobre nuestras vidas que ellos mismos están destrozando.
Segunda: terquedad en la convicción de que en esta democracia desnortada la última esperanza es la acción de cada ciudadano para que la resultante colectiva sea determinante.No podemos permitir una democracia secuestrada.
Europa ha transformado un sueño colectivo en una pesadilla. Dicen, los que mandan, una cosa y se precipitan a hacer condicionantes que hacen imposible cualquier eficacia contra la crisis.
Algunas consideraciones que no podemos olvidar:
Primera, estamos prisioneros del calendario electoral alemán. Un año de incertidumbre y de paréntesis político.
La señora Merkel está cautiva del escenario publicitario que ha creado. El renacido nacionalismo alemán se basa en una renovada supremacía aria. La historia se repite. Los trabajadores, honrados, persistentes ciudadanos del norte de Europa, frente a los vagos del sur. Todos los mediterráneos somos los nuevos judíos o los nuevos gitanos de Europa. Nuestro descrédito es su bandera de superioridad. Deshacer ese camino es una utopía a corto plazo. No nos meten en campos de concentración; basta con condenarnos a la pobreza.
Alemania ya ha roto Europa tal y como se diseñó la Unión. El Euro es insostenible con el diferencial de la deuda. Es un sistema de usura en el que vivimos para pagar intereses. Imposible crecer, crear empleo y riqueza.
Tercero: nadie se atreve a formular la pregunta de ¿qué ocurre si coordinamos los países del sur para plantear la salida del Euro? ¿No tiene sentido una unión de la Europa del sur?
Pero en eso también hay xenofobia, racismo y un plus de complejo de superioridad. Italia se siente superior a España. Nosotros no queremos que nos identifiquen con Grecia y Portugal. La insolidaridad es una pirámide que desciende sin piedad.
¿Por qué seguir comprando productos alemanes que se financian al cero por ciento, cuando nuestras industrias no tienen crédito?
Alemania está sumida en la inmediatez. Prefieren ser los líderes de sí mismos en una Europa que se desdibuja en el mundo que permitir la homologación.
El descrédito de la política no importa a sus líderes porque prefieren ser los jefes de un pequeño grupo que poner en cuestión la falta de democracia de sus partidos. Mandarán aunque solo sea en sí mismos con la esperanza de que los ciudadanos finalmente irán a votar.
Todas estas aparentes digresiones son algo más que un desahogo personal. Son un intento de vehicular un análisis que haga imprescindible una alternativa. Los ciudadanos están reaccionando por sí mismos. Hace falta alimentar la rebeldía con postulados de lo posible. En eso, modestamente, con humildad, pienso perseverar.